La IV edición del Coloquio Internacional Patria desarrolla su última jornada con un llamado urgente a la unidad y la cooperación Sur-Sur.

El evento reafirmó este miércoles su compromiso con la soberanía tecnológica y comunicacional. Con más de 200 invitados internacionales y una amplia participación cubana, la cita no solo ha sido un espacio de reflexión, sino también de acción concreta.

El IV Coloquio Internacional Patria, concluye en Cuba con la participación de más de 400 invitados, entre representantes de 50 países y líderes cubanos, en un espacio que fortalece la cooperación Sur-Sur y la lucha por la soberanía tecnológica.

Figuras como María Fernanda Ruiz y Rosa Mirian Elizalde, destacaron la importancia de construir redes solidarias y tecnologías propias para contrarrestar el tecnofeudalismo impuesto por las grandes corporaciones. En un contexto de bloqueo y dificultades, Cuba se erige como símbolo de resistencia, y este coloquio refuerza el compromiso de los pueblos con su lucha.

Con la articulación de estrategias operativas, estas jornadas marcan el inicio de un camino hacia la soberanía digital y la defensa de los derechos conquistados.

El evento reunió a comunicadores, desarrolladores de tecnología y movimientos sociales para articular estrategias que enfrenten el tecnofeudalismo impuesto por corporaciones como las de Elon Musk y Mark Zuckerberg.

Con un enfoque en la política, la comunicación y las tecnologías, el coloquio busca construir herramientas propias que defiendan los derechos de los pueblos frente a la hegemonía digital de la derecha.

La importancia del evento radica en su capacidad para trascender el discurso y materializar acciones concretas. En este caso, María Fernanda Ruiz, especialista en comunicación política, destacó la obligatoriedad de desarrollar tecnologías propias y software libre que respondan a las necesidades culturales y sociales de no solo de América Latina, también de todo el Sur Global.

Además, se subrayó el rol de los jóvenes y las universidades, como la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, en la creación de redes alternativas que disputen el relato dominante en plataformas digitales. Este esfuerzo colectivo busca no solo habitar creativamente las redes hegemónicas, sino también construir espacios propios que fomenten la soberanía tecnológica.

En un contexto de bloqueo y dificultades económicas, Cuba se erige como símbolo de resistencia y anfitrión de este proyecto transformador. Así el coloquio no solo reafirmó el compromiso solidario con la isla, sino que también planteó la urgencia de estructurar procesos permanentes de colaboración.

La presentación de un documento final y la articulación de una red de trabajo conjunto marcan el inicio de una estrategia operativa que busca, en los próximos años, consolidar una comunicación al servicio de los pueblos y contrarrestar el avance de la ultraderecha en el territorio digital.

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